Exodo y retorno

Oliver de Ros

(Masnou, 1988) Fotoperiodista y fotógrafo documental. Estudió fotoperiodismo gracias a una beca en la escuela GrisArt con Rafa Badia. Desde 2014 vive en Guatemala trabajando como freelance para varios medios de comunicación y para la agencia de noticias The Associated Press. También ha sido editor de fotografía del periódico Metro International y fotógrafo documental en proyectos de largo recorrido en el triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) para productoras periodísticas sobre temas de migración, actualidad, violencia y derechos humanos. También fue profesor de fotografía documental en la escuela La Fototeca en Guatemala durante seis años.

Éxodo y retorno

Decenas de familias toman la compleja decisión de abandonar sus hogares todos los días para afrontar un peligroso viaje en busca de un futuro incierto. Algunos logran superar obstáculos y llegar a su destino, Estados Unidos, pero muchos otros son devueltos a la casilla de salida, al lugar del que huyeron, congelando sus vidas en un círculo vicioso del que no pueden escapar. La narrativa de la migración a menudo se cuenta en una dirección, pero la situación de los deportados también es una realidad que enfrentan muchos centroamericanos todos los días.

 

El fenómeno migratorio desde el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) hacia Estados Unidos ha alcanzado proporciones alarmantes. Una migración que entre 1970 y 1980 estuvo impulsada principalmente por la inestabilidad política y los conflictos armados de la región, hoy está lastrada por la falta de oportunidades económicas y los altos grados de violencia en el istmo centroamericano. Más de 100,000 centroamericanos ingresan a los Estados Unidos anualmente, muchos de ellos de manera irregular. La primera de las grandes caravanas de migrantes de los últimos años salió de Honduras en octubre de 2018. Durante el viaje a la frontera entre Estados Unidos y México, miles de migrantes, en su mayoría de El Salvador y Guatemala, se unieron al grupo.

 

Estas caravanas evidenciaron la profunda crisis migratoria que vive Centroamérica desde hace décadas. Los países están bombeando migrantes debido a la falta total de oportunidades laborales, la violencia incesante, la desnutrición, la corrupción y el cambio climático. Muchos de estos migrantes se enfrentan a un peligro constante a lo largo de su viaje. Pero este es solo una de las aristas del problema. Aparte de todos aquellos migrantes que logran establecerse en Estados Unidos y envían remesas a sus familias en sus países de origen, hay muchos otros que son deportados todos los días. Personas que ponen toda su confianza y ahorros, incluso sus tierras y casas, para pagar las exorbitantes tarifas de los coyotes y que luego son capturados por las autoridades migratorias de México o la Border Patrol de Estados Unidos y son deportados. Se les devuelve al lugar del que huyen, pero esta vez aún más pobres, sin lo poco que un día llegaron a tener.

 

Este proyecto tiene como objetivo documentar la situación de los migrantes que escapan del triángulo norte pero también la situación de todos aquellos que han sido devueltos al lugar del que precisamente huían. Algunos regresan deportados y otros, víctimas de las tragedias que rodean la migración, vuelven solo para ser enterrados.