El hombre del bosque

Daniel Loewe Pujol-Xicoy

Madrid, 1973. En 1980 su familia se traslada a Barcelona. Diplomado en Fotografía en la primera promoción de la UPC (Universidad Politécnica de Cataluña) en 1997. Su relación con el mundo de la imagen comienza en la tienda de fotografía que tenía su padre. A los siete años le regalan su primera cámara. Empezó trabajando como fotoperiodista freelance para diferentes medios y agencias. En la actualidad compagina la fotografía de arquitectura y paisajes con la documental. con proyectos propios a largo plazo. Premios: Premi Comunicació i Benestar Social categoría Prensa, Ajuntament de Barcelona (1999); Premio de Prensa Fujifilm categoría Europa (2005); Premio Anuaria categoría Fotografía y Diseño (2007); Premio Letra categoría Comunicación Visual y Gráfica (2007); European Design Awards (2008), y iF Awards categoría Communication Award con las fotos de libro Pez de Plata Barcelona, de la Editorial Actar. Daniel Loewe es miembro de la UPIFC y de Photographic Social Vision, y vive en Barcelona, donde trabaja como fotógrafo.

El hombre del bosque

Esta es una historia de amor por la naturaleza y la libertad que surge después de perderlo todo y verse obligado a cambiar su vida para poder sobrevivir.

Una historia de superación, soledad y sobre todo dignidad, de un hombre hecho a sí mismo que creció huérfano durante la Guerra Civil Española.

Mauro, se enamoró de la montaña de Collserola después de la guerra; tras enfermar de silicosis cuando trabajaba vendiendo carbón, su capataz le encomendó recolectar leña en la montaña.

Posteriormente, trabajó como estibador en el Puerto de Barcelona.

Como extrañaba la naturaleza, solía ir al bosque todos los fines de semana y le gustaba pasar la noche durmiendo al raso.

En 1978 se quedó sin trabajo y sin derecho a paro, abandonó la pensión donde vivía en el Barrio Chino, recogió sus pocas pertenencias y se fue a la sierra de Collserola.

Después de vivir en una pequeña ermita, una antigua mina de cobre y una casa en ruinas, se construyó su propia cabaña, bajo un cedral en la ladera de la montaña, mirando hacia la ciudad de Barcelona.

Allí disfrutaba de su vida en plena naturaleza.

Este reportaje muestra los últimos 16 años de la vida de Mauro.

De 2005 a 2008 documenta su vida en el bosque, hasta que, en agosto, cuando alimentaba a un grupo de jabalíes, uno le mordió en la pierna y lo dejó incapacitado para poder vivir allí. Desde entonces, y tras una intervención quirúrgica de urgencia, se vio obligado a vivir en una residencia pública de ancianos en el centro de la ciudad. Finalmente, al haber sido vecino, es aceptado en Betania, una residencia de monjas de San Vicente de Paúl en Vallvidrera. Allí vivió hasta su muerte el 18 de septiembre de 2021 a los 96 años.