hores de prat

David Airob

David Airob (Barcelona 1967) Ha sido fotógrafo del diario “La Vanguardia” desde 1990 hasta 2018. Periódico del que fue Redactor Jefe de la Sección de Fotografía. Desde su incorporación cubrió todo tipo de informaciones: Política, Internacional, Deportes, etc.
Paralelamente a su trabajo en dicho rotativo, ha realizado distintos proyectos personales que han sido galardonados en certámenes cómo: World Press Photo,Sony World Photography Awards, Poy Latam, etc. Premio “Agustí Centelles” de fotoperiodisme. Ha publicado en revistas internacionales cómo: TIME, Paris-Match, Der Spiegel, A-Magasinet, etc.
En 2013 inicia su etapa como videógrafo codirigiendo el corto “Calcio Storico” por el que recibe un premio World Press Photo y POY Latam en la categoría de “Multimedia” así como “Best Documentary” en el certamen “Barcelona Sports Film Festival”. En 2014 estrena su primer largo “La Caja de Cerillas”, documental basado en la experiencia personal y profesional del fotoperiodista español Joan Guerrero. Recientemente ha presentado el libro “Hores de Prat” que refleja un año en la vida de El Prat de Llobregat, lugar donde vive.

Hores de Prat

La vida cotidiana de El Prat tiene nombre de mujer. Una mujer sabia, fuerte y valiente, y sus calles se pintan con las miradas de los que aquí nacieron y los que aquí han encontrado su espacio donde vivir, crecer y amar.

“Hores de Prat” surge por el puro placer de fotografiar lo cercano, lo que nos rodea, lo cotidiano. Posteriormente un encargo lo convirtió en un proyecto de largo recorrido, y aunque se inició en enero del 2020 estuvo en barbecho durante dos años a causa de la pandemia esperando retomar la vida normal. Finalmente se elaboró principalmente en 2022.

Un lugar donde cada martes un joven se sienta a los pies de un caballo, cierran los ojos y conversan. Donde se imparten clases de literatura en un bosque y vecinos se reúnen en una plaza porque no comparten que alguien quiera ampliar el aeropuerto. La vigilancia de unos padres el primer día de colegio de su pequeño. Capitán América acompaña a unas mujeres magrebís, Nacho devuelve a la vida a una pequeña tortuga, un padre transmite a su hijo el amor por los animales. Por las noches existen cines bajo las estrellas, una pareja se ama en el interior de un coche en un parking mientras despegan los aviones. Un hombre espera ante el mar que la suerte lo acompañe y pueda pescar algún ejemplar.

La fotografía documental ejerce esa función tan necesaria como es el recordar para no olvidar y para ello invita a perdernos, a caminar, a mirar en silencio y volvernos a perder en busca de aquella fracción de segundo que, como dice mi querido y admirado Joan Guerrero, aúne “alma, corazón y vida”.